jueves, 25 de abril de 2013

Tiranía de los Valores


En el documento la Tiranía de los Valores de Carl Scmitt (http://es.scribd.com/doc/27347099/Carl-Schmitt-Tirania-de-los-valores), se muestra como en 1923 gracias a Ortega y Gasset, se plantea filosóficamente el gran descubrimiento de los valores, de la lectura que había realizado de la obra de Max Scheler.
El término de Valores, es utilizado indistintamente por toda clase de personas, de la misma manera hay diferencias en cuanto a la significancia de esta palabra para los diferentes idiomas.
Hay personas y cosas; así mismo hay valores para las cosas y dignidad de las personas, pero la misma dignidad se ha convertido en un valor desde el surgimiento de la filosofía de los valores.
Incluso el marxismo, puede terciar cuando se habla de valores, obviamente en términos más económicos acerca del valor de las cosas, las personas, la plusvalía y el trabajo.
Para Martín Heidegger, se empieza a pensar en valores desde el siglo XIX, de la misma manera se estratifican, e incluso dentro de la teología cristiana Dios se asume como un valor supremo.
Pero los valores son importantes en cuánto valen, y es el hombre quien le adjudica dicho valor; es en ese momento cuando se desencadena una lucha de estos valores, por aparecer. Pero en cuanto haya alguien que valide subjetivamente estos adquieren ese valor; dice el autor:
“Quien dice que valen sin que nadie los haga valer, quiere engañar”.
Hay además un nuevo concepto, el de revalorización, el cual trata de estimar los diferentes puntos: punto de vista, punto de partida, punto visual. Esto permite que se presente una ambivalencia en los valores, y podemos afirmar que hay un valor para alguien que al mismo tiempo representa un valor contra alguien, mostrando una agresividad de los mismos.
El auto acorazamiento de los puntos de vista, objetiviza los valores y tiende a crear un ambiente más agresivo ante los mismos. Se presenta una lucha inevitable de revalorizadores o desvalorizadores; no se objetivan los valores luchando contra los valores que atacan los nuestros.
Hay una lógica que afirma que cualquier precio se debe pagar por el valor supremo, cualquier precio es poco. Para algunos la vida es un valor supremo, para otros, hay valores superiores e incluso la destrucción puede justificarse para imponerlos.
En la lógica del valor supremo y del sin valor, el cual no vale y se puede atacar, se presentan cualquier clase de excesos.
La libertad absoluta de valores, se puede presentar en la ciencia, y esto en sí mismo puede asumirse como un valor, e incluso, los defensores de dicho valor supremo pueden atacar la filosofía de valores.
Hartmann acuña el término de “tiranía de valores”, el cual se refiere a que el valor supremo siempre dominará sobre el menor y hay una lucha cerrada sobre el sinvalor; esto es lógico y esperado. Se ataca incluso a valores mayores, por ser extraños; hay una tendencia a la apropiación de un valor sobre los otros, por ejemplo, la justicia sobre el amor
Surge el dilema de la vida como valor, incluso para algunos de valor supremo, pero como la tiranía de los valores es implacable, aparece el sinvalor o sin vida y el extremo de la autorización de eliminar la vida sin valor vital.

Es en los dominios de la “Tiranía de los valores” donde planteo la discusión:
¿Podría, de acuerdo a este concepto filosófico, presentarse la tendencia a tener una valoración  de cada  vida humana, para cada ser humano?; ¿Supone esto que cada hombre tiene su escala de valores?, ¿Todos tendremos un valor diferencial para el otro, de acuerdo a su escala de valores, a la convicción de su valor supremo y de su sinvalor?.
¿Es posible aceptar una ciencia que descarte la filosofía de valores?; ¿Es una realidad el alejamiento de las ciencias de esta?; ¿algo debe hacerse desde el interior del pensamiento científico?; ¿es función de la ciencia o los científicos dirimir y decidir al respecto? O ¿es la sociedad la que debe asumir y obligar este análisis?